domingo, 9 de diciembre de 2012
Anselmo Petite: Los
Santos Evangelios traducidos al castellano con notas sacadas de los Santos
Padres y expositores sagrados editado en Madrid el año 1788 por la
Imprenta Real, se trata de una tercera edición corregida y aumentada.
Mide 21 x 14 cms, contiene 458 páginas más
22 de prólogo, es decir, ha llegado hasta nosotros completo. No tiene ningún
tipo de grabado ni ilustraciones. Está
encuadernado en pasta española algo fatigada. En las guardas de la
encuadernación, encontramos la firma Antich Tubau en Barna.
Consta de un prólogo sin firmar y un Índice
de los evangelios que se leen en la Iglesia en el discurso del año, según el
misal reformado por Decreto del Santo Concilio de Trento, dado a luz de orden
del Sumo Pontífice Pio V, y corregido por autoridad del Papa Clemente VII.
El texto es una impresión a dos columnas,
en latín y castellano, con una traducción hecha sobre la Biblia Vulgata latina,
con notas a pie de página. Como colofón de la obra, un índice.
¿Quién es Anselmo Petite? Fue abad del
Real Monasterio de San Millán de la Cogolla y lector de teología. Habla de él
Fr. Joaquín Peña de San José, en su escrito sobre la Biblioteca del Convento de
San Millán de la Cogolla (Peña de San José, Revista Berceo, nº 39, 1956, p.184). En la actualidad la biblioteca del
monasterio de San Millán de la Cogolla conserva un ejemplar como el nuestro.
Por otra parte la responsable de la
edición que como ya hemos comentado fue la Imprenta Real1,
se creó el año 1780 y es un de los gigantes del siglo XVIII en el mundo de los
libros y se caracteriza por publicar obras de gran prestigio tanto por su
contenido como por su presentación. Obras destacables editadas también por la
Imprenta Real y que demuestran este aspecto son La Música, poema de
Tomás Iriarte (3ª ed., Madrid, Imprenta Real, 1789) o Los comentarios de Cayo
Julio César, traducidos por José Goya y Muníain y editados en 1798.
El libro español del siglo XVIII se dirige
a una clase de cultura superior, pues no existía, por el escaso desarrollo de
la enseñanza elemental, un publico para la lectura popular, y por tanto es en
la corte donde se centra la gran cantidad impresora de la segunda mitad del
siglo XVIII. Por tanto nuestro libro es un producto pensado para la élite y
debemos de pensar que alguien muy culto lo adquirió para después traerlo a
nuestra ciudad.
Anteriormente citábamos que la biblioteca
de San Millán de la Cogolla albergaba un ejemplar de estos evangelios que
también encontramos en bibliotecas2 tan
importantes como las de la Abadía benedictina de Santo Domingo de Silos, la de
Poblet, el Convento de PP. Carmelitas Descalzos del Desierto de las Palmas, del
Real Monasterio de Santa Maria de
Guadalupe y algunas mas del estado español hasta llegar a los 41 ejemplares,
que existen tan solo, en bibliotecas de acceso público.
Este ejemplar llegó a nosotros, como
tantísimas otras cosas, por medio de la donación de alguien que prefiere
permanecer en el anonimato y para que nos hagamos una idea del valor no solo
cultural sino monetario, que es una magnitud que nos hace comprender fácilmente
el valor de muchas cosas, el precio de mercado de un ejemplar similar al nuestro,
es de 500€.
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